Canto macho cajacho
Uno se acostumbra
al gallo y al caballo,
por haber nacido
bajo el vivo cristal
de sus ojos,
como en el pesebre
de Belén.
Uno es su aire,
su cielo y su arcilla.
Y no me vengan entonces,
con que lo que está
debajo del agua
es de todos,
si yo puedo compartir
con todos
lo que mis manos hacen,
junto al agua.
¿Sois perros de presa,
para querer arrancarme
el corazón,
porque es de oro?
Mis lágrimas son lagunas,
con ancho sombrero
de paja
y su manta de altura,
azoradas de ver
los mismos rostros
que hace quinientos años
vinieron a ponernos
el pie al cuello.
Pero hoy se nos creció
el puño,
hoy se nos acabó
la paciencia,
cansados estamos
del menosprecio
con que nos tratan.
Hoy vamos a saldar
de una vez por todas
las cuentas pendientes
de que se nos respete,
aunque atraviesen de plomo
nuestro rencor.
No vamos a pactar ya
-¡imposible!-
humillación alguna.
Si pasan, que pasen
por sobre nuestra sangre.
¡Al carajo la prepotencia!
¡Viva la comuna!
Néstor Espinoza.- Nació en 1938, en el distrito de Huacachi (Ex comunidad campesina), Provincia de Huari, Departamento de Ancash. Hizo estudios de Letras y Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Ex colaborador permanente de las páginas de opinión de los diarios Marka, Expreso, La República de Lima.
Miembro de la Asociación de Escritores y Poetas de Ancash (AEPA) y de la Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil (APLIJ) Lima y del Gremio de Escritores del Perú (GEP).
Ha publicado: De Puño y canto (poesía proletaria, Primer premio CIED 1982, Lima), Pequeña canción (poesía infantil, segundo premio APLI 1990, Lima), Poemas andinos (Lírica andina, primera mención honrosa en el XII Concurso Nacional de Educación Horacio) y Tierra adetro (épica andina)
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