Otra Armonía Todo
Carátula |
No vienes a saber
Qué ha sido de ti…
¡Y yo que tenía lista tu figura
para que tú la vieras
para conversarla contigo
para amarla contigo!
Ya no vienes
Simplemente no has Vuelto
Y te estás tan tranquilo sin mí
Siendo como eres
…
Desde que tu intriga
saludó mi tristeza
creí que sólo yo podía vivirte
¿Cómo puedes vivir entonces
sin saber de quién te vive?
(página 35)
Y volviste a colmarme con tu vida
Ave en tierra
Hombre en las alturas
Nuestras almas se parecen
Conoces casi todas mis instancias
Los instantes nos esperan
Corro hacia la alegría que te sobra
Te me vienes dando de a poquitos
paladeando tus tránsitos
temiendo la sucesión de tus instantes
Hoy mi ser te ha presenciado
nuestras sonrisas
han jugado
en su camino Tu tenerme presente
no te ha permitido
recordarme
(página 39)
Te quiero como para que seas yo
Para que no te pertenezcan tus gestos
Para que solo yo exista siendo tú yo
Para que mi mirada no tenga que seguirte
Para que yo no espere escucharte
pendiente de tu casi palabra
de tu casi silencio
de tu casi mirada que ardo
por saber dónde termina:
aquí, allá,
en ti
en nada
en risa
a la distancia
en el ayer hoy
en el ayer mañana…
Te quiero como para que tú
me quieras desde mí
con todo lo que yo te quiero
Para que te poses y crepites
en cada tú
queriéndote ya los dos: tú y yo
mirándote ya los dos: uno en mí
¡Para qué desplegarte tú
En cada abrir de tu mano!
¡Para qué estarte tú
en cada cosa que te mira
en cada palabra en que te brindas
en cada mirada en que te repites
en cada yo que te desvive
en cada tú con que me nombras!
(páginas 56 y 57)
¡Dejádme a mí el aire!
¡No os lo bebáis todo!
Dejadme a mí las nubes
el tránsito del árbol
el querer ser de una risa
Dejadme aquella piedra
la del camino ignorado
la cansada
la que llegará a mi paso
la que se detendrá en mi nada
para pensar conmigo.
(página 100)
Antonieta Inga del Cuadro (Celendín 1939) Estos poemas, hoy
reunidos bajo el singular epígrafe de Otra Armonía Todo, debieron ser
publicados hace ya bastante tiempo. Pero algunos extravíos y recodos de la vida
impidieron que salgan a la luz. Apenas algunos amigos cercanos y muy queridos
por la autora –Paco Carrillo, Juan Mejía Baca, Washington Delgado, entre otros-
tuvieron la exclusividad de paladear y valorar los originales de esta bellísima
entrega que hoy nos brinda Antonieta Inga del Cuadro.
No obstante los años de su creación, estos poemas exhalan
esencias fragantes, aunque por momentos de tonalidades umbrías Es que la poesía
de Antonieta Inga está construida con levaduras del alma y materiales de
soledad, meditación, viajes, ausencias, frustraciones. Es una poesía intimista,
que se confiesa sin estridencias, en voz baja pero plena de una ternura
conmovedora.
En cuanto a su expresión, los poemas están escritos en verso
libre lo que le ha exigido a la autora un logrado ritmo interno. Es notoria
también la ausencia de signos de puntuación que han sido reemplazados por un
meditado orden sintáctico, un uso oportuno de las letras mayúsculas y por
evidentes espacios en blanco entre palabra y palabra, verso y verso, según la
ocasión, todo lo cual ha configurado una delicada arquitectura presente en cada
poema.
Antonieta Inga del Cuadro se graduó en Pedagogía y Letras
(Especialidad de Filología, Lingüística y Literatura) en la Universidad Mayor
de San Marcos, su alma máter, donde al término de sus estudios ejerció la
docencia universitaria. Realizó postgrados en Colombia, Uruguay, Puerto Rico y
España. (Solapa del libro Otra Armonía Todo)
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