Por: Carlos García Lazo y Nicolás Bello
Marco Arana, líder cajamarquino |
El exsacerdote Marco Arana fue durante este año uno de los rostros representativos de la protesta en Cajamarca contra la minera Yanacocha por el proyecto Conga. Conversamos con él en Lima durante la premiación anual de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos sobre el futuro político de la izquierda y las leyes de criminalización de la protesta que ha impulsado el gobierno de Ollanta Humala en lo que va de su mandato.
Si yo le preguntara por el panorama político actual de Cajamarca, ¿cómo está la situación allá en este momento?
En Cajamarca hay una convicción firme de que la unidad de las
poblaciones rurales y urbanas y de los liderazgos políticos que no han
sido comprometidos por corrupción o favores a la empresa minera tienen
que jugar un rol unitario en el próximo proceso electoral. Es importante
que los líderes del movimiento que ha estado defendiendo las aguas
puedan encontrar respaldo en sus poblaciones para establecer liderazgos
que les permitan ser autoridades para dirigir los destinos de su
localidad y región. En Cajamarca, los ‘ronderos’ dicen “esta lucha ha
parido buenos líderes” que no solamente son capaces de liderar la
protesta social, sino que también son capaces de gobernarse y de
presentar propuestas de gobierno en los espacios locales, provinciales y
regionales.
La ausencia de un partido que enarbole la bandera de los
derechos humanos y los derechos ambientales deja un campo libre para
usted y su partido. ¿Lo siente así?
Ha habido una ausencia en la agenda política de los partidos y de los
líderes políticos sobre los temas de derechos ambientales, derechos
culturales de los pueblos indígenas y andinos. También ha estado ausente
una agenda legítima sobre los derechos humanos. Yo creo que hay que
reconocer que el surgimiento de Tierra y Libertad en el Perú tiene que
ver con una propuesta política que incorpore los derechos y la justicia
social, los derechos ambientales y territoriales. Es importante que
varios líderes políticos comiencen a hablar de los temas ambientales o
pluriculturales, aún cuando no estén convencidos de aquello.
Tomando en cuenta que estamos terminando el 2012, ¿cuál sería el camino a futuro de Tierra y Libertad?
Esparamos que muchos ciudadanos peruanos se sientan involucrados.
Esperamos que más fuerzas políticas y organizaciones sociales puedan
comprender que sólo un gran esfuerzo unitario de un movimiento amplio a
nivel de las regiones, del campo y de la ciudad -con jóvenes e
intelectuales- encuentre finalmente entendimientos que le permita
caminar en esa dirección. Creo que el camino es auspicioso. Cuando han
habido muchas dificultades, como ahora en los conflictos
socioambientales, las personas y sus esperanzas se afirman con mayor
voluntad. Eso creo que está en juego ahora.
Hay dos proyectos de izquierda que se vienen construyendo con
fines electorales, ¿Tierra y Libertad está más cerca al MAS de Gregorio
Santos o del movimiento Fuerza Ciudadana?
Nosotros creemos que es un error. Existiendo una inscripción
partidaria como la de Tierra y Libertad, tanto Fuerza Ciudadana como el
MAS gastan recursos y tiempo valioso en la construcción de plataformas
electorales propias sabiendo lo costoso y difícil que es. Nosotros
hacemos un llamado a la unidad. Creemos que es posible construir un
movimiento por el Perú, amplio, que exprese todos estos sectores de
izquierda y centro izquierda, las organizaciones sociales, los
ecologistas, los sectores progresistas, las juventudes y los movimientos
culturales. No va a servir de mucho tener propias inscripciones para
luego entrar en un cubiliteo de fuerzas. Tierra y Libertad no está ni
cerca de Fuerza Ciudadana ni del MAS. Creo que los tres deberíamos estar
apostando y colocando el hombro para construir una sola fuerza
unitaria.
¿Cuál es su futuro político?
Hay que vencer el tema de pensar que porque uno tiene un cierto
liderazgo es ya un candidato. Estaré del lado de la lucha en el
movimiento social, del lado de los acuerdos entre fuerzas políticas y
movimientos sociales, sea como candidato o como promotor de las mismas o
sea como un militante de a pie.
¿Qué tanto se ha endurecido en Cajamarca el tema de criminalización de la protesta?
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En veinte años de lucha ambiental y de derechos humanos en el país
nunca en Cajamarca se había tratado con tanta violencia y crueldad a los
pobladores. Este año, cinco personas fueron asesinadas en el contexto
de los conflictos mineros con Yanacocha. Hay decenas de personas que han
quedado gravemente heridas y centenares que están denunciadas. En mi
caso, igual que el periodista Jorge Chávez, sufrí una captura ilegal y
torturas por parte de la policía.
¿Estos hechos arbitrarios deslegitiman la voluntad del gobierno de solucionar con tranquilidad los conflictos sociales?
Lo que se muestra es una vena autoritaria en el gobierno actual y una
suerte de desplazamiento hacia estilos policiaco militares en los
conflictos sociales. Esto no solamente está referido al ejecutivo, sino
también al Congreso que ha aprobado por mayoría un par de leyes que
están referidas a permitir mayor impunidad de las fuerzas armadas y
policiales en zonas de conflicto al señalar que la policía o el ejército
puede retirar los cadáveres sin presencia de los fiscales. También se
señala que las fuerzas del orden pueden hacer uso de sus armas letales
cuando la libertad está amenazada. ¿Quién tipifica cuándo la libertad
está amenazada? Esto puede llevar a una mayor vulneración de los
conflictos sociales.
¿Qué implicancia puede tener que se aprueben leyes de este tipo en este gobierno?
Las leyes de criminalización de la protesta aparecieron durante el
gobierno de Alejandro Toledo y recrudecieron de manera extraordinaria en
el gobierno de Alan García. Todo indica que el gobierno de Ollanta
Humala quiere llevar esto a un nivel mayor. Preocupa que para el manejo
de los conflictos socioambientales se declare inmediatamente el estado
de emergencia y preocupa que en ese estado de emergencia se declaren
leyes que dan impunidad a los efectivos del orden a la hora de
intervenir. Estamos ante una situación que debería constituir una alarma
para los sistemas nacionales e internacionales de derechos humanos.
¿Cuál debe ser la respuesta de quienes se mantienen firmes
por defender sus derechos pese a estas leyes que buscan criminalizarlos?
La respuesta que están dando los guardianes de las aguas, los
integrantes de las rondas campesinas y los activistas de derechos
ambientales trazan un claro camino. En ninguna parte del mundo, en
ningún lugar importante de las transformaciones, la razón de los pueblos
ha sido sometida a balas. Lo que esperamos en una democracia es que las
leyes no se hagan para favorecer al más poderoso. La lucha por los
derechos humanos y derechos ambientales causan sufrimiento a los que
defienden la vida porque pueden ver en peligro su propia vida. Es la
paradoja de sociedades injustas.
Fuente: http://www.numero-zero.net/2012/12/16/marco-arana-busca-unificar-a-fuerzas-de-izquierda/
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