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"Cuando el ánimo está cargado de todo lo que aprendimos a través de nuestros sentidos, la palabra también se carga de esas materias. ¡Y como vibra!"
José María Arguedas

miércoles, 12 de diciembre de 2012

LAS MARCHAS “BLANCAS” DEL PODER



Los grupos dominantes, en su afán de eternizarse en el poder, estigmatizan y satanizan a todo: al comunismo, al socialismo, a la violencia, a la izquierda; y, últimamente, a las palabras “idea” y “raíz”. Resulta que ahora puede ser peligroso tener ideas o ir a la raíz de los males o problemas sociales, para solucionarlos, porque puede que éstas sean entendidas como “ideas radicales” y, sus portadores vistos como “apestados sociales”. Que quieren ¿PUEBLOS DE ZOMBIS?, Porque pueblos sin ideas, son pueblos muertos en vida.

Por Sociólogo: Avelino Zamora Lingán

En un artículo anterior sosteníamos que la derecha de este país está utilizando el tema MOVADEF como un eficaz y perfecto pretexto, no sólo para hacer negocio político, también para el lucrativo negocio económico. En este sentido viene promoviendo “multitudinarias” marchas, a las cuales denominamos “marchas blancas”, por las características socioeconómicas y políticas de sus impulsores y por el fondo de su objetivo. El gran pretexto y el aparente objetivo es argumentar que dichas marchas son “a favor de la paz”, es decir, en contra de los “violentistas” y de las “ideas radicales”, “a favor del desarrollo”, “de la inversión privada”, etc.; pues, una de estas marchas, ya se realizó en Lima Y ¿Por qué no promover urgentemente una marcha “por la Paz”, en Cajamarca? Claro, porque, según su lógica, Cajamarca estaría lleno de gente con “ ideas radicales” y de “violentistas”, quienes vienen alterando la “paz social”, “interfiriendo el proceso de desarrollo”, “ahuyentando a las sagradas inversiones privadas y extranjeras”, en resumen, “interfiriendo la normal ejecución del mega Proyecto Conga” ¡Y qué mejor que dicha marcha “por la paz” sea promovida por el Colectivo Cajamarca, una organización privada, con altísimo grado de moralidad y ética, cuyos dirigentes son “honorables empresarios” muy queridos por la población cajamarquina, en alianza con entidades del Estado, principalmente con las gobernaciones!
 
Al menos ese es el mensaje que vienen dando los impulsores de esta marcha, cuando sostienen muy alegremente que “en las manifestaciones contra el mega proyecto Conga, “se da cabida” a las ideas radicales y violentistas, apoyando, así, o “haciéndole el juego” al MOVADEF. Para los organizadores “ha llegado la hora y la oportunidad de marchar contra tales “ideas radicales y violentistas”; porque el tema Conga ya fue, ya terminó, en todo caso, es problema y de entera responsabilidad únicamente del gobierno, el pueblo cajamarquino, shilico y bambamarquino nada tiene que ver con el proyecto conga. Por lo tanto, desde la lógica del Colectivo, el día 6 de diciembre, todo el pueblo debe volcarse a las calles a marchar contra las “ideas radicales y violentistas”. ¡Pobre de aquel que no salga a marchar ese día, puede ser acusado de “radical y violentista” y, en consecuencia, de ser un “apologista” del MOVADEF!

Yo ya estoy un tanto confundido, no sé quiénes son en realidad los de las “ideas radicales” y los “violentistas”: ¿Aquellos que arengamos a voz en cuello por las calles cajamarquinas “CONGA NO VA”, los hermanos campesinos que están cuidando sus lagunas, conocidos como los “Guardianes de las Lagunas”?; o aquellos que quisieran ver en la cárcel a todos los que precisamente arengamos esa histórica frase, o mejor dicho, todos aquellos que nos oponemos al mega proyecto ecocida Conga; quiénes son los radicales y violentistas, ¿Los del pueblo que protestamos para evitar que nuestras fuentes de agua y colchones acuíferos sean destruidos?; o aquellos, que ante esa situación, responden con feroz represión, muerte, estados de emergencia, puntapiés a las ollas comunes? Pero sí estoy seguro; y, junto conmigo, la población y algunos estudiosos de las ciencias sociales, es que la derecha de este país y las transnacionales están haciendo el negocio político y económico de su vida, al utilizar al MOVADEF para amenazar, meter miedo a la población, evitar y/o debilitar protestas sociales; y, así, imponer proyectos mineros destructivos y terminar de concesionar, regalar o vender los últimos retazos que quedan de este país.

No se puede dudar de la respuesta positiva, que podría tener esta gran convocatoria a la “gran marcha por la paz”, por parte de la población cajamarquina, especialmente de jóvenes universitarios débilmente críticos y reflexivos sobre la realidad social; puesto que aquí se unen empresarios, transnacionales y el gobierno, con todo el aparato del estado; aquí no existe movilización por conciencia, como si existe en las marchas contra Conga; pues, en las marchas “blancas” que se promueven desde el Estado y desde los grupos de poder económico, prima la amenaza, la obligación, el chantaje, hacia las organizaciones, especialmente receptoras del asistencialismo; hacia los empleados de las instituciones públicas, y, en este caso, hacia los estudiantes universitarios; pero, también utilizan los estímulos como polos, gorras, almuerzos, caramelos, trabajo temporal, etc., etc. Eso ya lo sabe la mayoría de la población cajamarquina, puesto que no es la primera marcha a la que convoca u organiza el famoso colectivo Cajamarca. En Lima, por ejemplo, a los miles de jóvenes que salieron a las calles se les observó a todos ellos con su polo blanco, bien diseñadito ¿Quién financió los polos? Pero también es cierto que muchos asistirán a la marcha por miedo o temor a ser estigmatizado como “radical” y “violentista”; en el fondo miedo a ser catalogado como “antisistema”, “anti paz” y también como “anti-minero” o miedo al memorándum de despido laboral.

Pero ¿Qué es una idea radical, desde la óptica sesgada de quienes se ocupan en estigmatizar o a satanizar a las luchas de los pueblos? Éstos, simplistamente llaman “ideas radicales” a quienes tenemos ideas progresistas, ideas de cambio y transformación social; ideas que buscan la “raíz” de los males sociales, ideas que buscan evitar imposición de políticas públicas antipopulares; como, por ejemplo, la imposición de megaproyectos destructivos de la naturaleza, como es el caso del mega Proyecto Conga, para ellos es una “idea radical”, la cual se estigmatiza con la expresión “anti” (anti minero, anti desarrollo, anti inversión, anti sistema, etc., etc.) Así, pues, de acuerdo con la lógica del gobierno y de las transnacionales; decidir protestar contra el alza del costo de vida, contra el incremento de salarios o exigir derechos laborales, sociales, etc., también significa tener “ideas radicales” y, por lo mismo, susceptible de ser asociado con MOVADEF, o con cualquier otro grupo subversivo. Y ¿Qué significa ser un “violentista” para los grupos retardatarios? No justificamos, sólo interpretamos: Desde la perspectiva de los gobernantes, salir a las calles, lanzar arengas contra los malos gobernantes, que no atienden las demandas sociales y, por supuesto, lanzar algunos objetos, bloquear vías de transitabilidad, etc.; motivados y obligados por el fragor de la protesta social, por las circunstancias de indignación social; pero sobre todo, obligados por la necesidad de defenderse ante una feroz represión policial o militar, es suficiente para que se acuse al pueblo de ser “violentista” o de tener “ideas radicales”.

Pero si la violencia se reduce a sólo esas acciones, que además son motivadas por causas justas y ante la “sordera” y “ceguera” de gobernantes que no ven ni oyen los reclamos pacíficos de los pueblos; es evidente que los retardatarios de derecha tienen un concepto muy limitado de lo que significa “violencia”. Olvidan, deliberadamente, que la violencia es inherente al ser humano y también a la naturaleza y a la sociedad, olvidan por ejemplo que el huevo pasa a condición de polluelo, rompiendo, luego de 21 días, el cascarón. Esa acción natural es un hecho violento; y, el ser humano, por ser mucho más complejo que el huevo; está lleno de emociones, sentimientos, motivaciones; pero sobre todo cargado de intereses, lo cual configura su permanente conflicto consigo mismo, pero con mayor razón con una sociedad, que se caracteriza por estar dividida en dos grandes clases sociales (una dominante y otra dominada); por predominio de la desigualdad política, económica y social; y, por la explotación y la injusticia. En realidad a este devenir antagónico, conflictivo y a la vez unitario, se llama VIDA, lo contrario sería muerte. Desde este enfoque, el Hombre es un ser “pacífico” únicamente cuando deja de tener vida o deja de existir, lo cual implica que la paz absoluta no existe, ni es bueno que exista, porque entonces las sociedades se quedarían estancadas, no desarrollarían, serían “sociedades muertas en vida”.

Pero la hipocresía de la derecha y los grupos dominantes no tiene límite, ponen el grito en el cielo cuando los gobernados o subordinados ejercen algún tipo de presión social, para reclamar derechos postergados o para evitar la imposición de algunos proyectos destructivos de sus fuentes de agua; en cambio, cuando ellos ejercen la violencia contra el pueblo, masacrándolo indiscriminadamente, tal como hicieron en Celendín y Bambamarca o en cualquier otro lugar del país, ahí sí lo justifican apelando al “estado de derecho”, “la democracia”, “el orden social”, la “paz social”, etc., etc. ¿Y, de los “padres de la patria” cuando se “sacan los ojos” en el recinto parlamentario, ni hablar. Quien no recuerda el léxico violentista entre Rafael Rey y Natale Amprimo; Hernando de Soto diciéndole Hijo de P… a Vargas Llosa o a Popy Olivera mechándose con los periodistas. En fin, la derecha y los grupos dominantes sólo alcanzan a ver “violentistas” y gente con “ideas radicales”; y, quieren hacer creer, que violencia sólo es lanzar una piedra a una ventana o bloquear alguna vía de comunicación; cuando, según los estudiosos de las Ciencias Sociales, existen varios tipos de violencia: violencia física, violencia psicológica y violencia verbal, cuya raíz de todas ellas son socioeconómicas. Y, los “padres de la patria”, son campeones dando lecciones de violencia verbal y física, desde el Congreso. Asimismo, las 24 horas del día, durante los 365 días del año, proyectan y generan patrones de comportamiento agresivo y violento, ya sea verbal, físico y psicológico, a través de los contenidos programáticos de sus instrumentos mediáticos TV, radio y prensa escrita, a los cuales nadie les pone freno, en nombre de la sagrada libertad de expresión y libertad de empresa. ¡Más hipocresía en el comportamiento de la DBA no puede haber! Por ejemplo, por un lado le rinden culto a la mujer, fabricando normas para que no sea tocada ni con el pétalo de una rosa; pero, por otro lado, la mujer en el Perú es utilizada o mercantilizada permanentemente como un simple objeto desnudo, a través de publicidad y modelaje para vender mercancías como carros, cosméticos o cualquier otro producto, puesto en la sociedad de consumo; también se ejerce la violencia contra la mujer cuando en su centro laboral realiza igual actividad que los varones; pero su salario está muy por debajo que el del varón. En fin. Termino este comentario sentenciando que jamás habrá paz si es que no hay justicia social; porque paz y justicia social son como la moneda con sus dos caras: no puede existir la una sin la otra. Escrito: 4 de diciembre del 2012.
 
Fuente: Blog "El Maletero" "Red Verde Cajamarca"

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