POR LA DEFENSA DEL MODELO DE DESARROLLO SUSTENTABLE PARA CAJAMARCA
La Región Cajamarca atraviesa en el presente una disyuntiva que marcará su destino por un largo plazo: o se profundiza la política de saqueo de sus recursos en beneficio de las transnacionales, o se abre paso una visión de desarrollo sustentable asegurando el bienestar de las generaciones presentes y futuras.
Las grandes empresas mineras, encabezadas por Yanacocha, pretenden extender y profundizar sus operaciones en la Región, empezando por Conga y luego Galeno y Michiquillay, aprovechándose de un conjunto de ventajas como el blindaje jurídico y tributario que les fueran otorgadas por el fujimorismo y validadas por los posteriores gobiernos de turno. La implementación de estos megaproyectos convertirá a nuestra región en el punto neurálgico de la minería en el Perú, con el consiguiente brutal impacto medioambiental, bloqueando sus posibilidades de desarrollo armonioso basado en la concurrencia de las diversas potencialidades que posee.
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Un presidente mentirosillo que olvida sus promesas y se somete al dinero de las transnacionales.
Llama la atención que el gobierno de Ollanta Humala, contrariamente a sus promesas electorales, haya refrendado el esquema primario exportador de la economía nacional, y asumido como suyo el punto de vista de Minera Yanacocha, declarando que el Proyecto Conga se realizará de todos modos, justificando su actitud con el argumento de ser respetuoso con los acuerdos firmados. Esta posición hace oídos sordos a los planteamientos de la población, sus autoridades y genuinos representantes, que consideran inviable el proyecto Conga, busca más bien hacer potable la decisión tomada y convencer a la población de las supuestas ventajas que traerá la ejecución del proyecto.
A pesar de la propaganda perversa que viene desatando Yanacocha en contra del Gobierno Regional y las organizaciones populares, la gran mayoría del pueblo cajamarquino está dispuesto a defender sus recursos del saqueo que está en marcha, a defender el medio ambiente y evitar la destrucción ecológica, a preservar y usar racionalmente el agua cuyo uso prioritario es el consumo humano, la agricultura y ganadería. La defensa de Conga se convierte en un símbolo de esta lucha, tal como en el pasado ha sido la defensa del Cerro Quilish. El contundente paro regional del 9 de noviembre expresa la unidad de los diversos sectores de la región para defender sus recursos, poner fin al saqueo que está en marcha y dar paso a un nuevo modelo de desarrollo. A todos ellos expresamos nuestra solidaridad y reconocimiento.
Es momento de abordar a fondo el debate sobre la visión de desarrollo para Cajamarca. No se trata de encasillar la discusión en minas sí, o minas no. Se trata de asumir una visión de desarrollo sustentable, donde se aproveche el conjunto de recursos que posee la región, como la agricultura, ganadería, turismo, recursos hídricos, entre otros. La minería no debe ser la única ni principal actividad económica, su explotación debe realizarse respetando la zonificación económica y ecológica, con el uso de tecnología que minimice los costos medioambientales, y las empresas autorizadas a su explotación deben ser tratadas en iguales condiciones que cualquier empresa nacional, sin exoneraciones tributarias, ni blindajes de ningún tipo, con pleno respeto a los derechos laborales y eliminación del régimen de contrata.
En este esfuerzo de abrir paso a un modelo de desarrollo sustentable, cobra vital importancia el fortalecimiento de las organizaciones populares desde la base, afianzar su unidad, promover su desarrollo programático. En tal sentido hay que trabajar por el éxito del Congreso del Frente Regional a realizarse el 26 y 27 de este mes, cerrando paso a las maniobras divisionistas y corrosivas de sectores minoritarios que pretenden pescar a rio revuelto.
Hacemos un llamado al gobierno de Ollanta Humala a actuar en correspondencia con sus promesas electorales. La votación del pueblo cajamarquino en segunda vuelta fue decisiva para su victoria, y no puede ponerse de espaldas a ese respaldo que tuvo como base la confianza en los cambios planteados, distintos de la política que llevaron a cabo los gobiernos anteriores. El conflicto social puede evitarse escuchando a la población, la opinión de sus representantes y autoridades, poniendo por delante los intereses de las grandes mayorías. La intolerancia y el uso de la fuerza solo llevarán a mayores conflictos, cuyas consecuencias serán de entera responsabilidad de la empresa Yanacocha y las autoridades convertidas en guardianes de sus intereses.
Cajamarca, noviembre de 2011
Comité Regional
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