Una mala jugada
del
viento
entornó el camino
hacia el gran jardín
de Cusichán y Chaquil
Por eso perdí los estribos
del amor
Entonces
abordé el tren del insomnio,
desde ese paraíso
invoqué un beso extraviado
en las altas horas de la noche
y de la escarcha
Huésped en las ramas
de las ebrias copas
esperando la vuelta del alba
Nunca pude reconciliarme
con el pulso del día
Así, estoico toda una vida
las señales tuyas en la lejanía
los molles izados hasta las techumbres
me rescataron de la locura.
Cusichán |
Jorge Horna. Celendín 1949. Poemarios:
Árbol de atisbos, Llueve
a cántaros. Colabora
con artículos
en diversos medios virtuales
e impresos de
la región Cajamarca.
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