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"Cuando el ánimo está cargado de todo lo que aprendimos a través de nuestros sentidos, la palabra también se carga de esas materias. ¡Y como vibra!"
José María Arguedas

miércoles, 11 de abril de 2018

SUCRE. ÚLTIMOS MESES DE UNA DECEPCIONANTE Y DESASTROSA GESTIÓN EDIL.


Escribe. Ing. Secundino Silva Urquía

En noviembre del 2015 concedí una entrevista al blog “CHUNGO Y BATÁN”; la misma que en enero del 2016 reprodujo FUSCÁN en las páginas centrales de su edición N° 22. Rompía así un silencio que inició el 05 octubre del 2014. Como se recuerda, ese día fueron las últimas elecciones municipales; y en Sucre, hubo un escandaloso fraude, probado por la inexistencia del símbolo “sombrero” del movimiento que postuló a mi persona (FRENTE REGIONAL), en muchas cédulas de votación y en todas las actas de escrutinio. Hay quienes sostienen que tal fraude fue orquestado “desde arriba”, por temores a nuestra firme oposición a los proyectos mineros en Celendín-Cajamarca. El día de las elecciones, la ONPE estuvo escandalosamente parcializada con “ACCIÓN POPULAR”; y el Jurado Nacional de Elecciones declaró improcedente la solicitud de siete candidatos perdedores para anular el proceso, argumentando que “entre los firmantes no estaba el candidato agraviado”, o sea mi persona. Cierto, no firmé la solicitud ni estuve entre los perdedores; decidí no mezclarme con impresentables que pedían nulidad de elecciones, habiendo propiciado también la participación de numerosos votantes golondrinos…

Como consecuencia, Wilson Zavaleta Pérez, resultó “el mal menor” y se erigió como “alcalde del distrito Sucre” para el período 2015-2018.

Recuerdo lo anterior porque, al responder preguntas del entrevistador, dije que: “no creía en Wilson Zavaleta; y que no haría buena gestión porque su ‘plan de gobierno’ no respondía a la problemática de Sucre. No veía por ningún lado su tan promocionada capacidad; y porque a casi un año de su gestión, ni siquiera había definido qué proyectos de desarrollo distrital impulsaría”. “Aún hay tiempo...”, me refutó el entrevistador; “tiempo hay, pero esperanza no... porque lo que mal empieza mal acaba”, repliqué. Hoy a menos de ocho meses para que esta gestión edil culmine; puedo afirmar, decepcionado como muchos sucreños, no solo que el tiempo nos dio la razón y la gestión fue improductiva; sino que resultó desastrosa…

Cuentan que luego de leer aquella entrevista, el alcalde Zavaleta salió, al día siguiente en SUCRE TELEVISIÓN, a leer una “lista de proyectos y obras para desarrollar el distrito”; la inversión que totalizaban era de aproximadamente 40 millones de soles. Si algunos perfiles o proyectos fueron hechos, muchos sucreños nos preguntamos: ¿en qué nivel de gestión están a la fecha?

Se sabe que los únicos trabajos de la gestión de Wilson Zavaleta, son: un pequeño criadero de truchas en el “El Común”, puentecitos de madera y afirmado de la carretera hacia El Isco, arreglo del frontis del cementerio; y otros que la propaganda presenta como “grandes obras”. La desfachatez propagandística, llega incluso a adjudicar a su gestión la obra del MVTC: “Mejoramiento de la carretera Calconga-Bellavista de Cajén y Muñuño-Tallambo”; y dice que “por primera vez en la historia Sucre se logra que otra institución estatal financie una obra en Sucre”. Tremenda falsedad solo lo puede decir alguien que no conoce la realidad ni la historia de Sucre; ya que basta recordar lo siguiente: la construcción de la carretera Sucre-Oxamarca, los centros educativos de primaria y secundaria de Sucre y Calconga, el mercado de Cruzconga, la iglesia y local comunal de La Quinuilla, etc. se han hecho con presupuestos que no salieron de Municipalidad Distrital de Sucre.

Como ciudadanos sucreños, pedimos ahora al alcalde y/o regidores, que al menos informen ¿cuántos contratos se firmó en esta gestión para elaborar perfiles y proyectos de inversión?; ¿cuántos están presentados en las entidades públicas?; ¿en qué nivel de gestión están? Se sabe que el “argumento de justificación” a la improductividad y falta de obras, siempre es uno: “no hay plata”. ¿Dónde queda la “capacidad de gestión” de la que tanto se ufanaron? ¿Qué hace el gran “equipo de limeños”?

 Vuelvo a sugerirle a nuestro alcalde que venda todo ese improductivo ganado (manso y bravo) del fundo El Sauco, que solo sirve para justificar robos vía “compra de medicinas”, e invierta ese dinero siquiera en el perfil de un proyecto importante para Sucre; se me ocurre uno de saneamiento y salubridad: la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR), para que los desagües de la ciudad no sigan contaminando al río; y esas aguas contaminadas no pasen cerca al tan promocionado “parque ecológico encanto de Sucre”. ¿Lo hará en los casi ocho meses que le queda? Ojalá la ciudadanía y siquiera el regidor de oposición lo presionen...

En octubre próximo habrá elecciones para renovar alcaldes y gobernadores regionales. Aparecerán varios candidatos convenidos, oportunistas y tránsfugas; y ojalá algunos bien intencionados con el progreso de nuestra patria chica, somos y seremos positivos.

Particularmente en Sucre hay muchísimo por hacer, ya que su desarrollo está casi estancado desde inicios de los setenta; es decir, cerca ya de medio siglo. Ninguno de nuestros alcaldes pudo concebir un Proyecto de Desarrollo Integral para el distrito, con un plan y obras de impacto.

En tal sentido, en julio del 2017, con un artículo titulado: “SUCRE-CELENDÍN, HACIA LAS ELECIONES DEL 2018 Y SU FUTURO”, propuse que este proyecto lo haga la población en conjunción con sus autoridades, dirigentes y los profesionales sucreños de las diferentes especialidades. Solo Humberto Chamán Silva (“Pepey”), domiciliado en Ferreñafe, secundó mi sugerencia con un corto y brillante artículo titulado: “PROPICIANDO EL DEBATE SOBRE LA REALIDAD DE NUESTRO DISTRITO SUCRE”. Se adjuntan links.

El pasado domingo 08/04, en La Molina y en casa del Dr. Leoncio Aliaga Díaz, hubo una amena reunión de la promoción 1977 del Colegio ‘San José’ de Sucre, a la que me honra pertenecer. La ocasión fue propicia para reencontrarnos diez de la treintena de inolvidables compañeros y amigos: Nelly Aliaga Zegarra, Osbitio Aliaga Zegarra, Sara Díaz Silva, Napoleón Zegarra Salazar, Gladys y Mario Torres Marín, Anita Zegarra Guerrero, mi hermano Néstor, entre otros amigos y paisanos. Como siempre, fue inevitable recordar y hablar de nuestro Sucre, de las elecciones que se vienen, de los posibles candidatos a la alcaldía, etc. Nelly Aliaga, ingeniera agrónoma con maestría en desarrollo agrario-cooperativo, secundó mi propuesta de hacer que la campiña de Sucre se destine prioritariamente a la producción agrícola; y para que esta actividad sea rentable es necesario la obra de infraestructura hidráulica para represar el caudal de los manantiales de la quebrada La Quintilla y dotar de riego tecnificado a toda la campiña. Para financiar este proyecto se requiere organizar legal y formalmente a la población beneficiaria; tarea nada fácil, considerando que en nuestra población no hay cultura para la asociatividad; y por el contrario priman el personalismo, el egoísmo y otros lastres del desarrollo humano.

Este planteamiento de construir infraestructura hidráulica con riego tecnificado; también lo hicimos para el valle del río Tincat y la pampa Sumbatillo ubicadas en la altura de Sucre, y de modo reiterativo en las campañas electorales del 2010 y 2014.

La Ing. Nelly Aliaga Zegarra comentó que Ecuador cambió la mentalidad de su gente hacia una cultura colectivista y solidaria, desde la educación inicial y tiene un cooperativismo exitoso. El gobierno local debe hacer un plan educativo, en coordinación con los profesores y padres de familia, orientado a la implementación de una educación de este tipo. Para hacerle frente a la globalización económica, que empobrece más a los más débiles, se debe globalizar también la solidaridad.

Las mencionadas obras hidráulicas, más el necesario cambio educativo y de mentalidad, deben ser parte del gran proyecto de desarrollo agrario en Sucre. De otro lado, distritos andinos como Sucre, ya tienen el problema del minifundio. El expresidente Juan Velasco Alvarado lo había previsto; por eso el espíritu de la Ley de Reforma Agraria era desarrollar el cooperativismo agrario. Y por esto, cuando la derecha vengativa retomó el poder en 1980 con ACCIÓN POPULAR, anuló todo apoyo al cooperativismo agrario; entonces, el actual alcalde de Sucre y militante de ese partido debió celebrarlo; ya que, como autoridad, ni siquiera intentó organizar a la población distrital dedicada a la agricultura y ganadería, asunto que también se le sugirió.

Con parcelas, cada vez más pequeñas por el traspaso hereditario de la propiedad, son imposibles los emprendimientos individuales; por tanto, éstos tienen que ser asociativos y cooperativos. Para generar la educación y organización social que propicie y sostenga este tipo de proyectos, debe darse el apoyo municipal; masificar los huertos escolares, por ejemplo, en vez de malgastar los exiguos recursos en financiar “concursos literarios”, ya cuestionados por entendidos; explicando que la gran mayoría de niños y jóvenes no están preparados para concursar, porque no están bien formados ni en comprensión lectora, menos en redacción y narrativa.

En el mismo sentido asociativo y de obtención de logros y progreso, con el Ing. Osbitio Aliaga, hablamos de otro gran proyecto de impacto al desarrollo de Sucre. Le comenté que en las dos campañas electorales pasadas, había planteado la necesidad de construir una obra de desarrollo económico-comercial en San Juan de la Alianza (El Isco), como única salida para que las capitales de los distritos Sucre, Jorge Chávez y José Gálvez, rompan su dependencia económico-comercial de la ciudad de Celendín. Usando la mancomunidad municipal, estos tres distritos tendrían que comprar los terrenos o expropiarlos, con el objetivo de construir allí un centro comercial y pecuario, mejor que el que los caseríos de la altura de Sucre hicieron en Cruzconga; pero con el mismo ejemplo integrador. Si los caseríos de la altura pudieron hacerlo, ¿por qué no podrían tres capitales distritales, más los caseríos que cada una tiene en la campiña? Separados jamás lograrán nada impactante. Así dejamos planteado el tercer proyecto de impacto para el desarrollo del distrito Sucre.

Ya dije antes que las grandes obras nacen de los sueños de algunas personas. Y así como el agua de La Quesera, en cuya ejecución de obra participé, desde Sucre llegó a José Gálvez, Jorge Chávez y Celendín; soñemos que un día la ciudad de Sucre y sus vecinas tendrían: una PTAR que evite la contaminación del río con sus desagües; campiñas con riego tecnificado para multiplicar su producción agrícola y pecuaria; un comercio diversificado, competitivo y unificado en El Isco; etc.


Lima, 11 de abril del 2018






 https://www.youtube.com/watch?v=8n2GyJlB368



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