Wilder A. Sánchez Sánchez
Fuente: Servindi |
Del 16 al 20 de setiembre del 2013 se realizó en la ciudad de Arequipa la 31 Convención Minera PERUMIN 31. Ollanta Humala Tasso pronunció allí el Discurso de Clausura que se adjunta al presente mensaje, en el que reveló su verdadero rostro: el del más fiel y sumiso sirviente de las grandes empresas mineras “nacionales” y trasnacionales; un rostro totalmente antagónico al falso e hipócrita rostro que mostró durante su campaña electoral, cuando instaba a los pueblos de la Región Cajamarca a defender y seguir luchando por el agua frente al oro, que no era más que un repudiable ardid para conseguir los votos del pueblo que lo llevaran a la Presidencia del Perú, al igual como hizo Alan García Pérez en la campaña electoral del 2005.
En la 31 Convención Minera Ollanta Humala alabó una y muchas veces a la gran minería; la presentó como la panacea del crecimiento y del desarrollo del país. Mostró mapas en los que contrastó cómo se encontraba la minería hasta 1975 y cómo se encontraba ya en el 2001 y mucho más en el 2013; con esto dejó en claro que su régimen es el continuismo de la política neoliberal y extractivista del fujimorismo, el toledismo y el alanismo. “El Perú ha dejado de ser un país con potencial minero para convertirse en un país minero de primer orden, y eso que recién estamos aprovechando parte de nuestras posibilidades”, dijo de manera servil a los empresarios mineros.
Pero no contento con ser continuista, Ollanta Humala reveló los planes de su régimen para ir incluso más lejos, con la creación de lo que llamó “polos de desarrollo territoriales”, para lo cual la palanca tiene que ser lo que denomina “la nueva minería”; haciendo notar que para ello se debe contar con energía, puertos y accesos. En esta perspectiva mostró mapas de las macro regiones Norte, Centro y Sur del país.
Al mostrar el mapa de la macro Región Norte, Humala señaló que para que los proyectos mineros asentados en la Sierra de los departamentos de Piura, Lambayeque, Cajamarca, Ancash y La Libertad cuenten con la energía necesaria se construirán al menos cinco (5) mega centrales hidroeléctricas en el río Marañón que alcanzarían una fuerza superior a los 10,000 MW (en dicho mapa se pueden apreciar las ubicaciones de los mega proyectos mineros y de las mega centrales hidroeléctricas). De esta manera, obviamente sin proponérselo, el propio Ollanta Humala se encargó de desmentir a la transnacional brasileña Odebrecht, cuyos funcionarios, para conseguir la licencia social para la mega represa Chadín 2, vienen asegurando desde hace tiempo a la población de Celendín y de los pueblos ribereños del Marañón que Chadín 2 nada tiene que ver con Minas Conga.
Enseguida, Ollanta Humala mostró el mapa de la Macro Región Centro y dijo que para que puedan funcionar proyectos de gran envergadura como Toromocho y Marcona, entre otros megaproyectos mineros, se van a construir 9 centrales eléctricas. Después, mostrando el mapa de la Macro Región Sur, dijo que en esos departamentos existen infinidad de proyectos para la extracción de cobre, oro, plata y hierro y que sus necesidades de energía serán articuladas con el eje IRSA Sur, el nodo energético del Sur y la industria petroquímica.
“La nueva minería consolida nuestro presente”; “la nueva minería construye nuestro presente; por ello, cada año se incrementa nuestra cartera de proyectos a un ritmo de 35%, alcanzando hoy un monto total de casi 60,000 millones de dólares”, fueron algunas frases de alabanza y sumisión de Humala a la gran burguesía minera.
Más adelante, no contento con ofrecerles la energía de las futuras mega represas hidroeléctricas, prometió y aseguró a los magnates reunidos en PERUMIN que su gobierno implementaría medidas para desbloquear proyectos mineros; “la ejecución de proyectos no puede tardar años en permisos y expedientes que van de un lado a otro; eso nos restaría competitividad”, agregó. Como es sabido, eso es precisamente lo que ha hecho el régimen minero-militar con el paquetazo anti-ambiental que el Ministro de Economía presentó al Congreso y que éste aprobó en el año que está concluyendo.
En su discurso de clausura, Ollanta Humala también dejó en claro que las llamadas “mesas de diálogo” y “mesas de desarrollo” sirven para viabilizar los proyectos mineros y otros proyectos extractivos. Textualmente, dijo al respecto: “asimismo [al Estado le compete] en garantizar un diálogo constructivo con las comunidades… a tal efecto se han creado las mesas de desarrollo para que el Estado esté presente en los distritos donde se vienen desarrollando actividades extractivas, para velar que el desarrollo se empiece a dar desde la propia población”.
Lo único que le faltó decir a Ollanta Humala, pero que por razones obvias no lo dijo, fue que para viabilizar la entrada y ejecución de las grandes minas a lo largo y ancho del territorio peruano, las Fuerzas Armadas y Policiales del Estado han sido puestas al servicio de las empresas trasnacionales para masacrar a los opositores y que los fiscales son los encargados de acusar y judicializar a todos los dirigentes y activistas ecologistas.
En lo único en lo que podemos estar de acuerdo con la política minera de este régimen es en cuanto a la minería informal e ilegal, aunque cabe alertar al lector que el ataque del Gobierno a este último sector no es, en realidad, por una supuesta defensa del medio ambiente, sino por su interés de erradicarlos para que en esos territorios entren las mineras trasnacionales y las grandes empresas mineras en general.
Cajamarca, 28.12.2014
0 comentarios:
Publicar un comentario